El Cusco es un imperio de sabores

Que Cusco es bellísimo, lo sabemos todos. Que Cusco es una maravilla, lo dice todo el mundo. Que Cusco tiene mejores restaurantes que Lima… es una afirmación que, después de comer en Limo, nos dan ganas de realizar. Antes de meternos en la cocina de Lima, hablemos de su ubicación: está en una hermosa casona cusqueña y, desde sus balcones, se aprecia toda la majestuosidad de la Plaza de Armas de Cusco, esa ciudad que es purita energía. La decoración del restaurante es otro de sus atractivos: todo es sobrio (excepto dos espejos de marco rojo que están en el balcón), todo está cubierto de madera, su barra es inmensa y, a pesar de ello, es acogedora, y las paredes del local lucen las muy buenas fotos del artista Morfi Jiménez. El escenario está listo, es hora de afinar el paladar. PICA CON GUSTO. Los platos de Limo han sido creados por Coque Ossio, uno de los cocineros limeños más reconocidos. Coque es un sibarita al que le gusta la cocina de ingrediente y, por eso, está muy atento a los detalles. Por eso, no sorprende la influencia oriental de sus creaciones. Su tiradito con limón y un toque andino debe ser uno de los mejores que hemos probado. Sus makis (o rolls) con trucha cusqueña y miel de maracuyá son una delicia, y su lomo de alpaca a la parrilla marinado en ajo y romero acompañado de quinoto al culantro es un viaje al corazón de nuestros sentidos. La barra es otra obligación. Sus cocteles a base de pisco y frutos peruanos y andinos están a la altura de los que encontramos en El Pisquerito, otra joya pisquera cusqueña. Si va a Cusco, pase por Limo. Le va a gustar, va a volver. Fuente: peru21.pe