Nuevas alternativas de acceso a Machu Picchu

Dircetur evaluará nuevas alternativas para el ingreso a Machu Picchu.

De acuerdo a la reunión que tuvieron El ministro de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Rogers Valencia, junto a las titulares de Ambiente y Cultura, con diversas autoridades del Cusco, todas integrantes de la Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM), para abordar medidas relacionadas con el santuario.

— ¿Se concretó la construcción de un teleférico en Machu Picchu?
La reunión de la UGM no ha sido para ver específicamente el tema del teleférico. Sin embargo, dentro de la agenda se tocó la posibilidad de tener un estudio tanto de la viabilidad de los trenes como la de un teleférico. La ministra de Cultura presentó un documento de Unesco en el que se expresa el cuidado que debe haber en este tema. Se ha comisionado al comité técnico para que realice estudios que evalúen alternativas de acceso al monumento considerando su condición de patrimonio.

— La ministra de Cultura dijo en junio que el teleférico no era viable. ¿Han decidido que sí lo es?
Sería prematuro, sin tener los documentos de gestión, pronunciarme a favor o denegar la posibilidad de construcción de cualquier método, incluido el teleférico. Hoy [ayer] se han determinado dos cosas. La primera son los avances sobre el manejo de basura en la zona, y la segunda es encargar los estudios para que evaluemos alternativas de acceso a Machu Picchu.

— ¿Cuándo tendrán los estudios?
La próxima sesión será a fines de octubre. Allí tendríamos avances para definir los plazos de ejecución.

— ¿En qué estado se encuentra el proyecto del teleférico de Choquequirao?
Se viene trabajando en un estudio de accesibilidad y de construcción. Este deberá estar concluido al finalizar el año. Como Gobierno tenemos como meta construir el destino turístico de Choquequirao [que incluye el teleférico] y ponerlo en funcionamiento para el 2021.

— ¿Qué protección le da el sector a esta zona turística?
Desde el ministerio, junto al Dircetur Cusco, estamos trabajando en un plan maestro de uso turístico. Los primeros lineamientos ya están, se van a necesitar tanto las declaratorias de las áreas de conservación como el compromiso de los distintos actores. El plan abordará el manejo de desechos sólidos y la construcción de servicios higiénicos, por ejemplo. En la elaboración también participan los comuneros.

Tradición Romantica de los candados en Machu Picchu

Una tradición –romántica para algunos y perniciosa para otros- florece en el Cusco. En un puente del distrito de Machu Picchu, varias parejas dejan constancia de su amor colgando candados de metal. Estos artefactos penden del enmallado del puente peatonal Sinchi Roca, que cruza el río Aguas Calientes. En el lugar hay candados de todas las marcas, tamaños y colores. El Comercio contó al menos 500 de estos cerrojos a fines de setiembre.

Por lo general, las parejas escribieron sus iniciales en cada candado con plumones indelebles o líquido corrector. Algunos también dibujaron corazones o consignaron fechas. Los vecinos de Machu Picchu –distrito que es paso obligado para ir al santuario histórico del mismo nombre- difieren acerca de cuándo empezó esta tradición. Unos dicen que los candados fueron puestos ahí en los últimos cinco años, otros aseguran que desde hace dos. Lo cierto es que en julio del 2016 la página web “portaldeturismo.pe” ya daba cuenta de esta tradición similar a la que se realizaba en el Puente de las Artes, en París.

La tradición de los candados del amor se ha expandido en varios países luego de que estos fueran retirados del Puente de las Artes, en el 2015. Tiempo atrás, una de las barandas de ese puente había cedido debido al peso de los cerrojos y puso en peligro a quienes navegaban en barcos por el río Sena. Las autoridades de la ciudad decretaron entonces que los candados eran un riesgo y ordenaron su retiro, lo que se realizó el 1 de junio del 2015. 

En el caso del puente Sinchi Roca, en Machu Picchu, si se tiene en cuenta que cada candado pesa al menos 200 gramos, los más de 500 que hay colgados ahí implican un peso continuo de 100 kilos sobre la estructura metálica.

Asimismo, una costumbre asociada a la de los candados del amores arrojar las llaves del cerrojo al río, lo que contamina las fuentes de agua. El Comercio no observó llaves arrojadas en el río Aguas Calientes –que desemboca unos metros más allá en el río Vilcanota- pero hay que tener en cuenta que el lugar está cerca de un santuario protegido por las autoridades ambientales.

En conversación con este Diario, la Oficina de Prensa de la Municipalidad de Machu Picchu señaló que los candados no son vistos como una amenaza ecológica o un atentado al ornato público. 

Al contrario, la comuna informó que está en proceso la construcción de un nuevo puente para reforzar la seguridad y “que continúe la tradición de colgar candados”. Eso sí, la municipalidad no precisó si la construcción de la nueva estructura implicará el retiro de los artefactos que ya han sido colgados ahí en los últimos meses.

FUENTE: EL COMERCIO