miércoles, abril 18, 2018

Machupicchu: Proyecto para detener el hundimiento de la ciudadela

Machu Picchu (Cusco) es visitada diariamente por unos 5 mil turistas nacionales y extranjeros. Este gran ingreso de personas a la ciudadela, distinguida como "la principal atracción turística del mundo 2017", por los World Travel Awards (WTA) 2017, puede significar un peligro para su conservación.

Otra de las principales amenazas para la conservación de Machu Picchu son las copiosas lluvias, por lo que se han asumido algunas acciones para mantener esta zona patrimonial.

Fernando Astete, director del Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu, dijo que debido a que la zona arqueológica antes tenía techos y ahora no, los espacios sin cobertura podrían sufrir deterioros por las precipitaciones.

"Tenemos que hacer el tratamiento de los pisos con una superficie inclinada para que las aguas salgan de los recintos, los senderos tienen que tener un trabajo de apisonado. Se hace todo esto para evitar la infiltración del agua que es lo que más podría dañar", detalló Astete sobre el mantenimiento que se realiza en la zona patrimonial.

Debido a que las estructuras de Machu Picchu pueden peligrar, se han tomado medidas para evitar que la ciudadela Inca se hunda unos 15 centímetros por año.

"Las lluvias podrían comprometer estructuralmente el monumento si
el agua de la lluvia se infiltra en el subsuelo. Para evitar eso, se han hecho funcionar de mejor manera los sistemas de drenaje de
la época Inca con los contemporáneos", declaró Astete a la agencia Andina.

-El alto tránsito de turistas-

Cada mes, Machu Picchu es visitada por 150 mil turistas, que puede llegar a 1 millón 800 mil al año.

Una de las herramientas de mitigación de daños usada en Machu Picchu es el uso de parrillas drenantes, que ha resultado beneficioso para evitar el hundimiento del piso del sitio arqueológico hasta en 15 centímetros.

"(Las parrillas drenantes) tienen una gran durabilidad, las tenemos en uso 6 años y no se ve que se hayan desgastado. Si tuviéramos un sendero, sin los pisos, con el pisoteo y zapatos se va erosionando y en un año se podría tener una concavidad de 15 centímetros", precisó Astete.