sábado, abril 16, 2011

Machu Picchu, la mítica ciudad de la montaña

“Ya la conocemos en foto, pero ver Machu Picchu con ojos propios provoca una sensación muy intensa, que está relacionada a la energía del lugar y a la naturaleza que lo rodea”. Las palabras son de Sofía Gómez, una viajera colombiana que ha llegado por primera vez a la ciudadela más importante del Tahuantinsuyo, o imperio inca, y el principal atractivo turístico de Perú. Pero quizá sea otro viajero el que dé mejor idea de la emoción que se experimenta al ver la ciudad por primera vez. Hiram Bingham, su “descubridor” oficial, la resumió en sus memorias con un sencillo enunciado: “Me quedé sin aliento”. Bingham, un profesor estadounidense de historia, a principios del siglo pasado hizo varias expediciones al sur de América. Antes de encontrar Machu Picchu, ya había escuchado las leyendas que inspiraba. Se decía, por ejemplo, que estaba hecha de oro y que los conquistadores españoles no habían logrado saquearla. El 24 de julio de 1911, el profesor encontró Machu Picchu, y a dos familias de campesinos viviendo ahí, los Recharte y los Álvarez. Exploró las ruinas, y envió para su estudio más de 50 mil objetos incas a la Universidad de Yale... Las piezas jamás regresaron a territorio andino. Así, medio en broma y medio en serio, no faltará el guía peruano que cierre la explicación sobre el descubrimiento acotando que de ese saqueo, “el gringo”, la ciudad no se pudo librar. La buena noticia es que, ante la presión internacional y aprovechando el centenario, Yale se comprometió a regresar todas las piezas este año. Y parece que así será: el pasado miércoles llegó a Lima el primer lote, compuesto por 366 tesoros incas. Pero se debe aclarar que Bingham no fue el primero en pisar Machu Picchu: el hacendado cusqueño Agustín Lizárraga conoció la llamada “Ciudad Perdida de los incas” en 1902; sin embargo, fue el estadounidense quien la puso en boca del mundo. Muchos años después, este santuario sería declarado Patrimonio de la Humanidad (1983) y una de las siete Nuevas Maravillas del Mundo (2007). Y no es para menos: el poder de atracción que ejerce se explica al admirar de cerca los logros del imperio más extenso de la América precolombina, aquel que logró domar los escarpados terrenos andinos. A 100 años de conocer la más bella de sus ciudades, de los incas aún hay mucho qué saber... Se desconoce cómo los incas lograron extraer, mover y pulir rocas de hasta 50 toneladas sin herramientas y sin vehículos con ruedas. Hay distintas teorías, como la que aquí se ilustra, acerca de cómo perfeccionaron uno de los grandes legados del Tahuantinsuyo. 1.- En las rajaduras de las rocas se clavaban cuñas de hematita para ampliarlas. 2.- Luego se clavaban cuñas de madera, se vertía agua para que éstas se hincharan e hicieran más profundas las rajaduras. 3.- Para aplanar los grandes bloques de roca se dejaba rebotar una pequeña piedra sobre la superficie, lo que se conoce como ‘percusión’. 4.- Se utilizaban rampas para poder arrastrar los bloques de piedra hasta la construcción 5.- Se hacían hoyos especiales en la tierra y al final las piedras se colocaban ahí. EN SEIS PAÍSES El imperio inca fue el más extenso de la América precolombina, y aún pueden admirarse sus vestigios en ciudades y zonas arqueológicas en los seis países que abarcó. -Colombia: San Agustín, en el departamento de Huila. -Ecuador: Ingapirca, en la provincia del Cañar. -Perú: Vilcashuamán, en la departamento de Ayacucho; la ciudad de Cajamarca, en Cajamarca; Huánuco Pampa, en Huánuco; y Aypate, en Piura. En el departamento de Cusco destacan los conjuntos arqueológicos de: Choquequirao, Ollantaytambo, Pisac, Pukapukara, Qenko, Qosqo, Raqchi, Sacsayhuamán, Tambomachay y Tipón. -Bolivia: Isla del Sol, en el Lago Titicaca. -Chile: Copiapó, en la zona de Atacama; y San Pedro Atacama, en la región de Antofagasta. -Argentina: Valle de los Calchaquíes y la ciudad de Salta, en la provincia de Salta; y Humahuaca, en Jujuy.

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