viernes, junio 11, 2010

CORPUS CHRISTI DE CUSCO ES EL DE MAYOR VITALIDAD EN EL PERÚ

Pasados los ocho días de cónclave, los catorce santos que fueron albergados en la catedral de Cusco retornan a sus respectivas iglesias. Desde muy temprano los fieles acudieron a la última misa antes de ver partir al patrón de su devoción. �Muchas fiestas locales han desaparecido en el Cusco frente a las fiestas de capitales de provincia- dice Pablo del Valle, de la organización para la salvaguarda del patrimonio inmaterial, Crespial- ya que estas últimas cuentan con toda la difusión posible, el turismo las ha hecho crecer; en ese sentido, el Corpus de Cusco tiene una vitalidad tremenda, no es una manifestación en riesgo de erosión, pues si se revisa este tipo de celebraciones en América Latina, una de las más resaltantes es el corpus cusqueño. Muchos de los Corpus Christi de las ciudades coloniales han ido desapareciendo, pero el cusqueño debe tanto su arraigo en la tradición local a un vínculo prehispánico de particular importancia: �Los incas sacaban del Koricancha a sus antepasados muertos en un recorrido procesional por estas fechas, explica el arqueólogo Wilbert San Román, de la Subdirección de Investigación del INC. Según el experto, lo hacían para vestirlos y rendirles homenaje y esa tradición se mantuvo hasta 1572 con la llegada del virrey Toledo. Durante su gobierno se instituyeron, bajo el patronato de las catorce parroquias que habían en Cusco entonces, santos de la tradición cristiana y estos fueron los que comenzaron a salir en procesión en lugar de las momias. �Sin embargo, aquella era una forma disimulada de rendir culto ya que existió una simbiosis de la tradición, cada santo personificaba a una momia�, puntualiza San Román. La tradición popular observa que los santos han tenido una relación permanente, han deliberado sobre los problemas que aquejan a la ciudad y se han repartido las tareas para solucionarlas, se dice además que existe una rivalidad entre ellos: Las cofradías de San Sebastián y San Jerónimo pugnaban por hacer llegar a su respectivo santo a su parroquia lo más pronto posible, y la carrera ocasionaba malos entendidos. �En el caso de San Cristóbal, hay una asociación muy simpática, y es que la huaca principal está en la Sapantiana, un roquedal donde discurre un río y que es una huaca inca; al hacer la extirpación de idolatrías y al sustituir las imágenes andinas por católicas ocurren ciertas asociaciones y proximidades con las figuras: San Cristóbal, por ejemplo, está cruzando el mar, en términos andinos esto es una simbiosis, pues estos elementos de culto se mantienen paralelos, aparentemente muy juntos, pero no mezclados�, afirma Wenner Medina, de Crespial. Estas y otras anécdotas le dan un colorido que traspasa la celebración meramente ritual y canónica. Los santos se despiden de la �Linda�, la Virgen anfitriona, hasta el próximo año y avanzan con paso tambaleante rumbo a sus lugares donde los esperarán fieles con abundante comida y chicha para continuar celebrando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario